Entro, salgo, corro, vuelo..hola, ¿estas ahi?, nadie contesta, si, un momento, una voz muy tenue me dice algo pero no la puedo entender...cada vez su voz suena un poco mas fuerte...hola? escucho, escucho, te escucho.." sigue, laura, sigue"...No lo entiendo, ¿que siga que?, el camino...
Arduo es, pero satisfactorio caminar por el camino... una piedra!, no!, al suelo...pero me levanto, una y otra vez, siempre me levantaré...
Duro es el lamento, mas duro aun cuando no hubo solución posible, porque hice lo que pude, o lo que no pude...que mas da, ahora, que importan los anzuelos del pasado, puede que sus heridas no se hayan curado del todo, pero lo harán, como lo han hecho hasta ahora, cicatrizarán...quedará esa cicatriz, pero es bueno, porque la observaré como una fotografía, está ahí, no se puede variar lo fotografiado pero está quieto, sin hacerme daño, simplemente un recuerdo que puedo guardar para siempre en un album.
1 comentario:
Moverse y comunicarse. El diástole y el sístole que nos mantienen dentro del camino. Escribo detrás de este poema atropellado, roto, porque recientemente recibí una llamada tuya que no supe contestar. Deseo escucharte siempre. Pero a veces no estoy disponible. A pesar de ello, cuando tu voz me reclama, una parte intangible de mí se desprende y camina hacia ti. Imagino, entonces, que mi camino está lleno de espléndidas estaciones, y que en cada una de ellas, hay una persona especial. Si la lectura de tu texto reaviva ese pensamiento, es porque sus fonemas me recuerdan que yo también debo seguir caminando. Y no sólo en la misma dirección. Nunca dejaré de mirarte.
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